Por Micjael Ccopa
José Peñaloza Salinas es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de San Martín de Porres, donde también ejerció la docencia por más de una década. Con 25 años formando comunicadores, ha trabajado como director creativo en agencias publicitarias, consultor en comunicaciones para el Ministerio de Educación, y docente en diversas instituciones. Autor de cuatro libros especializados en publicidad y semiótica, en 2022 asumió la dirección de la nueva carrera de Ciencias de la Comunicación en La Salle Arequipa.
EL DESAFÍO
Usted asume la dirección de una carrera que nace en un mercado donde ya existen universidades consolidadas. ¿Qué siente al tener esta responsabilidad de moldear desde cero el ADN de los futuros comunicadores?
«Es un desafío, definitivamente un desafío», responde con una sonrisa. La Universidad La Salle durante 11 años estuvo con tres carreras, y a partir del 2022 empezó con dos carreras más, una de ellas Ciencias de la Comunicación. En Arequipa ya estaban la Universidad Católica Santa María y la Universidad Nacional de San Agustín, que tienen años de experiencia y varias promociones graduadas».
«Pero el reto más importante no era solo competir, sino formar futuros comunicadores de una manera diferente, más integral que especializada. El mundo de las comunicaciones es bastante competitivo a nivel nacional, y nuestro objetivo era prepararlos para que pudieran trascender fronteras: salir de Arequipa, conquistar Lima, explorar otras ciudades o incluso aventurarse al extranjero» responde Peñaloza.
CINCO CARRERAS EN UNA
¿Cuáles fueron las primeras decisiones estratégicas que marcaron el rumbo de esta nueva propuesta educativa?
Peñaloza considera su principal innovación. En el panorama nacional donde las universidades fragmentan la comunicación en especialidades aisladas «comunicación y publicidad por aquí, comunicación y periodismo por allá», La Salle decidió nadar contra la corriente.
«Nuestra visión fue estructurar algo más integral», explica mientras enumera. «El estudiante de La Salle, desde el primer semestre hasta el décimo, se forma en cinco especialidades simultáneas: comunicación organizacional y corporativa, publicidad, producción radial, producción televisiva, transmedia y periodismo. No es solo teoría; van a tener cursos prácticos y experiencia real en todos estos campos».
VALORES EN TIEMPOS DE DESINFORMACIÓN
Hoy más que nunca vivimos en la era de la inteligencia artificial y el auge de la desinformación, ¿qué significa formar periodistas con pensamiento crítico y responsabilidad ética?
Su respuesta revela la propuesta sallista: la formación en valores como escudo contra la superficialidad de la era digital.
«La Salle tiene una línea de formación como institución católica, pero esto va más allá de lo religioso», aclara. «Estamos caracterizados por proponer una formación integral: profesionales competentes con los mejores estándares, pero también profesionales con valores sólidos».
Peñaloza se detiene en un punto crucial: «Los estudiantes tienen cursos formativos, de formación cristiana y ética que son fundamentales. Queremos que tengan una visión de servicio, no solo hacia la empresa comunicadora, sino hacia la sociedad. Al final, se van a deber a su público, no al revés».
PROYECTOS QUE TRASCIENDEN LAS AULAS
¿Hubo alguna experiencia con sus estudiantes que haya marcado especialmente su vocación docente?
Con 25 años formando comunicadores, ha aprendido a valorar esos momentos donde la teoría se convierte en pasión.
«Hay algo que me ha sorprendido gratamente», confiesa. «Desde el inicio, los estudiantes empezaron a proponer proyectos propios. ‘El Ojo Lasallista’ surgió como una iniciativa para difundir las actividades universitarias, y tiene vigencia hasta hoy, después de dos años y medio».
Sus palabras cobran velocidad al recordar otras iniciativas: «Luego vino ‘Noticias al Minuto’, donde difunden las novedades del día a día universitario a través de redes sociales. Participan en eventos internacionales, cubren noticias, hacen entrevistas. Ya tienen esa predisposición natural para hacer lo que la carrera demanda».
LA ESPECIALIZACIÓN DEL FUTURO
¿Cómo funcionará el proceso de especialización en los últimos semestres?
«En el noveno y décimo semestre, los estudiantes podrán especializarse en una de tres líneas», explica Peñaloza mientras dibuja mentalmente el futuro de sus alumnos. «Comunicación organizacional y corporativa con publicidad; radio y televisión; o transmedia y periodismo».
Pero aquí viene lo revolucionario de la propuesta: «No llevarán cursos tradicionales. Desarrollarán proyectos para clientes reales, empresas reales, casos reales. Eso les dará una experiencia invaluable antes de graduarse».
CONSEJOS DE UN VETERANO
¿Qué mensaje quisiera compartir con los futuros comunicadores que se están formando?
«Lo que nunca deben perder es la ilusión por su carrera. Segundo, que realmente amen lo que hacen. Tercero, que si no todo sale como esperan, tengan la capacidad de perseverar. Y finalmente, que comprendan que tienen un abanico de opciones: si no pueden desempeñarse a gusto en un área, pueden explorar otra».
Hace una pausa reflexiva antes de añadir: «Que sean muy decididos, porque una persona indecisa al final no llega a ningún punto, sin importar cuánto apoyo reciba de otros».
¿Hay alguna frase que haya marcado su carrera y que pueda inspirar a las nuevas generaciones?
«Siempre les repito tres cosas: Amen lo que hacen, porque si no aman lo que hacen, no va a funcionar. Gocen haciendo lo que están desarrollando, porque cuando se convierte en una carga pesada, ya no es aprendizaje. Y finalmente, aprendan haciendo: la carrera de comunicación es aprender haciendo, no hay otra forma».
Su voz se vuelve más intensa: «Las teorías, los conceptos, los libros pueden decir muchas cosas, pero en la práctica es donde realmente aprendes la carrera».