El periodista que escapó de la masacre de Uchuraccay: el testimonio de Arcángel Carbajal y su compromiso con la verdad
23 Ene, 2025

El periodista Arcángel Carbajal Cáceres, natural de Mollendo, recuerda su viaje a Ayacucho en 1983, donde, por un retraso, escapó de la masacre que cobró la vida de ocho colegas, incluido su amigo Willy Retto. En medio de amenazas y una situación de terror, logró documentar abusos militares contra la población local y se convirtió en testigo clave de un oscuro capítulo en la historia del Perú. Su relato revela no solo los horrores vividos, sino también el compromiso inquebrantable con la verdad en un contexto de represión.

  • ¿Conocía a Willy Retto, periodista que formó parte de la masacre en Uchuraccay?

La verdad sobre esta situación es que Willy Retto era mi amigo cuando nos iniciamos, en el diario “El Observador”, él en Lima y yo como corresponsal en Mollendo.  Él me dio la oportunidad de conocerlo y quedamos en ir a Ayacucho el 26 de enero de 1983. Resultó que yo llegué un día tarde, de no haber sido por mi demora también hubiese participado de ese fatal hecho que para mí es una masacre hecha por militares, sino que se quiere indicar que fueron los comuneros.

  •  ¿Integraba la comitiva de periodistas que viajaría a Uchuraccay, Ayacucho?  

Sí, ya estaba acordado el viaje, pero llegué un día después, el 27 de enero; ellos ya habían partido, me quedé con otro colega que se durmió y no partió. No recuerdo cómo se apellida, pero al perder el viaje junto a ellos me fui al monumento de los Héroes de la Batalla de Ayacucho, y traje como recuerdo, un artístico monumento de mármol blanco que lo conservo y tengo aquí en mi casa.

  • ¿Cómo fue el trayecto de su viaje desde Mollendo a Ayacucho?

Viajé de Arequipa a Lima por vía terrestre y de Lima a Ayacucho en avión, porque la carretera, entonces era muy accidentada. Llegué un día tarde; así que lo único que tuve que hacer es ir al monumento de los Héroes de la Batalla de Ayacucho.

  • ¿Y cuál fue el motivo de su retraso, qué pasó?

Lamentablemente por un huayco nos quedamos cerca de Ica, donde permanecimos varado dos días. Aunque viajé un día antes, pero se presentaron estos fenómenos naturales que procuraron mi retraso. Ya después partimos con destino a Lima, y de ahí tomé un avión porque era la única manera de llegar rápido y sin mucho problema. Viajar en esa época de Lima a Ayacucho era muy difícil.

  • ¿Qué objetivo tenía el viaje?

La idea era ir a investigar qué es lo que pasaba allá en Ayacucho porque habíamos recibido muchas denuncias de parte de pobladores de la zona sobre los excesos que se cometían en el lugar. El asunto era que, estando allá, se vio por conveniente ir hacia Huanta para verificar sobre el terreno de los hechos qué es lo que había, qué es lo que se presentaba, cuál era lo real de esta situación y quedamos que la salida sería a las 3 ó 4 de la madrugada para avanzar más. Sin embargo, me quedé junto a otro colega, quien había llegado un día antes, despertó tarde y no fue. Inclusive ese día cuando me quedé en Ayacucho, sobre las 7 de la noche, unos periodistas de allá, de Wall Street, me contactaron y me dijeron que me iban a sacar por un techo, porque yo tenía una persona que me “cuidaba”.

  • ¿Estando en Ayacucho qué hizo?

Salí en Radio Wari, declaré las denuncias que nos habían hecho diferentes personas de esa zona, que la policía y gente del ejército se aprovechaban de sus mujeres, especialmente de sus esposas y de sus hijas. Posteriormente a mi regreso, un señor me despidió, era el coronel de la Guardia Republicana, me regaló dos botellas de licor hechos de tuna y me llevó hasta la misma rampa del avión, asegurándose que pudiera retornar a Lima en el avión de la Fuerza Aérea, y ahí me enteré que ese señor era el quien todo el tiempo me vigilaba. Desconocía que era vigilado por el coronel de la Guardia Republicana de ese entonces.

  • ¿A qué se dedicaba en su estancia en Huamanga?

Recibía denuncias de la población para darlas a conocer posteriormente, no solamente en Lima, sino también en toda la zona sur, porque lamentablemente la situación era así.  

  • ¿Encontró muchas trabas para recoger información? 

Recibí varias amenazas me llamaban al hotel de turistas donde me hospedé, no se identificaban y me amenazaban de muerte. Así que yo permanecí en Ayacucho dos días. Y luego tuve que retornar, me embarcaron en el avión de la Fuerza Aérea, me acomodaron y llegué a Lima donde me esperaba un amigo, con el que me fui para luego partir a Mollendo. 

  • ¿Quiénes lo amenazaban?

Se notaba que era gente militar pero vestida de civil. Más que todo, había llamadas telefónicas. 

  • ¿Qué palabras exactamente utilizaron?

No eran tan corteses, me decían “ten cuidado con lo que vas a hablar, hijo de p… O caso contrario, sabes lo que te pasa”.  Así lo hacían lacónicamente. Luego, otra voz llamaba a la media hora o a las 2 horas. Y como sabían que yo estaba alojado en el Hotel de Turistas tenían el teléfono y de esa forma me amedrentaban.

Además, en las dos noches que permanecí en Ayacucho, personas desconocidas me invitaban a reuniones, entre ellos estaba el coronel de la Guardia Republicana.

  • ¿Y usted entonces ya tenía conocimiento que Willy Retto había partido con el grupo de periodistas? 

Yo sabía que él tenía que partir ahí.

  • ¿Cómo recuerda a Willy Retto? 

Mire, Willy Retto era un joven de apenas 27 años. Todos éramos jóvenes. Era muy entusiasta, con buenas ideas, muy progresista, lo mejor que tenía era un ojo para la cámara.  Y entonces, de esa manera, ya se perfilaba como bueno. Tenía un futuro por delante. Y así fue, lamentablemente, la muerte lo paró. 

  • ¿Fue el único que tomó fotografías del momento de la masacre?

 Claro, él es el único. Se pudo ver posiblemente de un rollo de él, porque antes se utilizaban rollos, se pudo ver las botas de los militares, que estaban con ponchos y las cabezas cubiertas con chullos. Pero en realidad, no me imagino ver a un indígena cubierto con poncho, chullo y con botas militares.  Entonces, yo tengo mi conclusión de que esa masacre fue una forma de callar los abusos que ellos cometían en la sierra, los policías y los del ejército.

  • ¿Hubo una comisión de investigación que indagó estos hechos?

Lamentablemente, la comisión que se formó la de Vargas Llosa fue un chiste y solo fue para tapar la situación.  Más de lo que se escribió y se escribió, se hizo ver que no había nada de nada.  Pero en realidad, para la gente del periodismo, tanto de Ayacucho, como los que conocemos de cerca, estos amigos, especialmente los del Radio Wari, de allá de Ayacucho, saben muy bien que los abusos eran de gente militar y que no querían que se sepa esto.  

  • ¿Usted, logró ser parte de la Comisión Investigadora de la Federación de Periodistas del Perú?

Mire, yo he sido del Comité Ejecutivo Nacional de la Federación de Periodistas del Perú.  Yo era miembro de esa comisión y recibíamos diferentes denuncias.

  • ¿Dónde se entera de la tragedia?

Me entero en Lima una parte y después en Mollendo. Prácticamente con las conexiones de los colegas en Lima me entero del resto de la situación. Yo sabía de esto porque no regresaron ese día. En Ayacucho se especulaba algo. Cuando parto se decía que habían muertos, pero que eran dos o tres.

Fue bastante penoso enterarme, porque no solo conocía a él (Willy Retto), sino a dos más de ellos, fue bien doloroso.

  • ¿Cómo afectaron los hechos de Uchuraccay en su relación con periodistas y autoridades?

Con lo que hicieron, prácticamente se fueron contra la verdad, es un agravio contra la prensa, ellos quisieron tapar los abusos que se cometían. Nuestro trabajo es informar al pueblo con la verdad, con la honradez. Yo tengo cerca de 60 años haciendo periodismo, ahí estoy con mi pobreza nadie podrá decir Carbajal es millonario, con la humildad, todo el mundo me saluda porque hago respetar las causas nobles y justas en la radio. Sigo informando para Arequipa y Tacna, lunes y jueves, y cuando hay que hacer comentarios lo hago aquí en la radio. Y mis hijos siguen las mismas funciones mías, mi hijo Omar, que estudió en la Universidad Nacional de San Agustín, es el encargado del informativo responsable de distribuir las noticias cuando lo llaman del Norte, de Lima y de diferentes radios, incluso de Alemania y Japón. A las autoridades las miro con cierto respeto porque se lo merecen ya que ocupan un cargo, después del cargo no son nada. En cambio, el periodista tiene el reconocimiento de la población.

  • ¿A su parecer la memoria de los periodistas de Uchuraccay fue lo suficientemente reconocida u honrada?

A mi parece todavía vemos gente honrada y honesta en este país, gente que podemos decir que estamos rindiendo un homenaje a los Mártires de Uchuraccay, pero también hay periodistas que lamentablemente se prostituyen por el fatal dinero.

  •  ¿Qué sentimiento le trae pensar que pudo ser víctima de la masacre?

Me parece a mí que cada persona nace predestinada, yo soy católico, fui monaguillo, ayudaba al padre Alfonso Cáceres. Cada persona tiene su destino. En la época de vacaciones yo no necesitaba trabajar, mi mamá tenía su restaurant y mi papá trabajaba en el ferrocarril. Pero yo trabajé como guachimán, cuidante de bodega, estibador, pescador lo que me permitió hacer mi tesis de sociología titulada “El trabajo portuario en Mollendo”. Yo considero que las cosas se dan así.

PERFIL.-

ARCÁNGEL DOMINGO CARBAJAL CÁCERES

Periodista vitalicio con registro N° 03-133

  • Fue alumno de Abimael Guzmán durante el primer semestre de estudios de Sociología en la UNSA.
  • Profesor de Educación Secundaria especialidad Historia y Geografía y Ciencias Sociales (1969) en la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA).
  • Sociólogo de la UNSA.
  • Docente del Colegio Dean Valdivia desde 1966.
  • Ganador del Concurso por la UNESCO en Sociología.
  • Gestor y propietario de Radio Puerto Bravo de Mollendo.
  • Actual administrador de televisión Latina de Lima, en Mollendo.
  • Gestor de la primera biblioteca municipal de Mollendo implementándola con 3866 libros.
  • Productor de Radio Periódico en el Colegio Dean Valdivia de Mollendo. Estudió cursos de periodismo en Estados Unidos.
  • En 1970 se hace cargo de Canal 5 en Mollendo.
  • Fue galardonado con 160 diplomas por diferentes instituciones de la región Arequipa.

En la foto Arcángel Carbajal posa junto a la replica del Monumento de la Batalla de Ayacucho que adquirió horas después de la muerte a los ocho periodistas en Uchuraccay.

Arcángel Carbajal tiene más de 60 años haciendo periodismo  en diferentes medios de comunicación de la región. Hoy es propietario de Radio Puerto Bravo de Mollendo.

Según la Dirección de Hidrología, en el año 1983 se presentó el Fenómeno del Niño y en Ica se registraron huaycos, condiciones por las que el periodista Arcángel Carbajal no pudo continuar su viaje con normalidad hacia Ayacucho y quedó varado dos días.

Reconocimiento del Diario Viral otorgado a Arcángel Carbajal por su abnegada labor de informar con veracidad, responsabilidad y honestidad durante el ejercicio del periodismo radial, escrito, televisivo y digital.

Publicación del matrimonio de Arcángel Carbajal posando junto a su esposa Juana Vilca. La publicación sale en el diario Correo de Arequipa en 1967.

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