Noé Carpio junto a leyendas del periodismo arequipeño, Juan Salas Ocharán (+), Alfredo Barbachán (+), Luis Eduardo Podestá, Estenio Zúñiga (+), Carlos Zúñiga Alemán, Darío Pariente (+), “Gato” Álvarez, Henry Guillén Sosa (+) y Jorge Esquivel Góngora en reunión cuando recibieron Medalla de la Ciudad
A sus 89 años, Noé Carpio Toranzo sigue redactando en su vieja máquina de escribir. Es parte del diario Prensa Regional en Mollendo donde aún publica notas periodísticas. Padre de dos hijos y abuelo de tres nietos, lleva ejerciendo 70 años. En esta oportunidad, Carpio comparte con el Colegio de Periodistas de Arequipa, su trayectoria y experiencias paternas.
¿A qué edad se convirtió en padre y cómo afectó esa experiencia en su trabajo periodístico?
Me casé a los treinta y un años y a esa misma edad tuve a mi primer hijo, Carlos Eduardo, tres años después, nació Hernando David. A pesar de convertirme en padre, continué con mi labor periodística sin interrupciones. Además, trabajé durante 33 años en el Ministerio de Salud como inspector sanitario, paralelamente, ejercí el periodismo por más de 70 años, siendo corresponsal de todos los diarios de Arequipa. La paternidad no afectó mi carrera periodística.
¿Cómo ha equilibrado la exigencia del periodismo con las responsabilidades de la paternidad a lo largo de su carrera?
Siempre tomé el periodismo como un hobby, aunque me fascinaba, nunca viví de ello. He tenido programas informativos en la radio, incluyendo un programa deportivo, y llegué a locutar en radio San Martín de Arequipa, pero mi sustento principal fue ser inspector en el Ministerio de Salud. Mi esposa y yo logramos criar a nuestros niños con el apoyo de mi suegra. Incluso cuando se fueron a la ciudad para estudiar en la universidad, ella se mudó con ellos. Les cocinaba, los llevaba de la mano al colegio y recuerdo que me decía: “son mis hijos”.

¿Cuál es el aspecto más gratificante de su trabajo?
En ambos roles he encontrado satisfacciones, y también en mi trabajo en el área de salud, donde siempre conté con el apoyo de mi esposa. Recuerdo con cariño cómo, apenas regresaban del colegio, ella se dedicaba a ayudarlos con sus tareas y disfrutaba atendiendo a nuestros hijos.
¿Y cuál el más complicado?
El costo de los estudios superiores de mis hijos, sin embargo, puedo decir que ellos siempre fueron los primeros en todo, en el colegio y en la universidad.
¿Cómo ha sido la reacción de sus hijos ante su trabajo en el periodismo a lo largo de los años? ¿Mostraron interés en seguir sus pasos?
Mis hijos me piden orientación, ellos publican y escriben buenos artículos en Prensa Regional y hasta en Diario Correo. Para hacerlo, me solicitan información y yo les proporciono los datos necesarios. Además, cuando eran pequeños, los llevaba a la radio y veían cómo locutaba. Desde hace 40 años, tengo un programa musical e informativo en radio Platinum. Se llama «El Club de la Sonora Matancera», con pura música los sábados a partir de la una de la tarde, mi hijo Hernando es el director musical de este programa y desde Lima se contacta con sus amigos y conocidos y nos escuchan desde los cinco continentes.
A sus 89 años, ¿se siente satisfecho con su rol de padre y con su trayectoria?
Me siento realizado porque lo más grande que he hecho en mi vida fue terminar mi secundaria y destacar como futbolista en el Club Nacional. Desde el tercer año de media jugaba ahí y eso me ayudaba a sostener a mi familia, siendo uno de los mejores alumnos. Lamentablemente, no pude ir a la universidad y preferí dejarla por mi trabajo en el Ministerio de Salud, donde conseguí empleo gracias a mi desempeño en el fútbol. Después de unos meses, nos mudamos al valle y mejoramos las condiciones de vida de mis padres en Mollendo y de mis cuatro hermanos menores. Como padre, me siento satisfecho con mis hijos, quienes han sabido comprenderme a pesar de que a veces no fui el mejor ejemplo. Mi esposa y mi suegra siempre han sido el pilar que ha mantenido las cosas en su sitio.

PERFIL.-
Noé Carpio Toranzo, nacido en Cocachacra, valle de Tambo, comenzó en los periódicos escolares y se consolidó con su primer artículo «En el Umbral del Futuro» en la revista de su colegio en la secundaria. Durante su carrera, trabajó en Radio Mollendo y Radio Bahía y fue corresponsal de todos los diarios de Arequipa, además de ser corresponsal fundador del diario Correo. En su rol como periodista colegiado, fue director secretario en la gestión de Juan Salas Ocharán, destacándose por hacer realidad la Casa del Periodista en la calle Manuel Ugarteche No. 400, en Selva Alegre.
Actualmente, Carpio reside en Mollendo, donde escribe la columna «Desde el Parque Bolognesi» para Prensa Regional y dirige el programa musical-informativo «El Club de la Sonora Matancera» en radio Platinum.